26.6.05

La plaza que hice mía

Siempre encontramos nuestro rincón en todas las ciudades, aunque nos cueste mucho tiempo. Yo encontré el mío en Pamplona el martes pasado, casi por casualidad: la plaza Conde de Rodezno.

Cuando me dijeron que tenía que hacer unas gestiones en un bloque de oficinas del centro, busqué en Mappy
el mejor itinerario posible, pero obtuve un trayecto bastante enrevesado. Recurrí a un plano que guardo desde mi primer día en la ciudad, y allí encontré la solución: se trataba de la plaza que hay al final de la avenida Carlos III, una delicia llena de tiendas que se convierte en peatonal en su último tramo.

Recogí unos impresos y me senté en uno de los bancos de madera a rellenarlos. El sofocante calor, que todavía atiza a la región, había desaparecido de repente. Una maraña de frondosas ramas era la cúpula que cobijaba mi momento de serenidad. La humedad de una interminable fuente, verdadera protagonista de la plaza, era una nube que eclipsaba la fuerza de Helios. Pero terminé de cumplimentar los formularios, guardé el bolígrafo y volví a las oficinas.

La mañana, en apariencia, no sirvió para nada: la particular burocracia foral inutilizó mis trámites, y volví sobre mis pasos previa cancelación de la tarjeta-monedero en la villavesa (si los canarios llaman guagua al autobús, los pamplonicas no iban a ser menos). Dediqué el resto del día y los dos siguientes a preparar mi último examen antes de las vacaciones, y el viernes eché el resto ante el papel. En todo este tiempo, sin embargo, me ha acompañado la imagen de un paraíso cuyo umbral, por fin, decidí cruzar.

Ya tenía muchos motivos para volver en septiembre. Regresar a mi plaza y descubrir toda su esencia es la última añadidura a la lista.

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19.6.05

Los sondeos fallan otra vez

Las encuestas israelitas, esas que le hacen a uno cuando sale del colegio electoral tras depositar la papeleta, han vuelto ha demostrar su inutilidad para determinar con precisión un resultado electoral que, al menos en el caso español, se acaba conociendo un par de horas después. A las ocho, hemos visto tendencias de hacia dónde ha ido el voto en las elecciones autonómicas en Galicia. Pero los números nos han vuelto a engañar, pese a todas las prevenciones. Y van...

Basándonos en los datos que ha recogido Escolar, vemos que ningún sondeo otorgaba al partido de Don Manuel más de 35 escaños (TVE y la FORTA nos ponían en un escenario de hasta 32, tirando por lo bajo), y la realidad tozuda echa por tierra las 25.000 encuestas que Ipsos ha realizado para las televisiones públicas: no sabemos si serán 37 ó 38 (dejo para otro día la extrema lentitud del recuento del voto emigrante), pero el error es de bulto.

Todos han acertado con el voto para Touriño, pero Anxo Quintana se ha debido de llevar una decepción cuando la crueldad de los datos le ha despertado del sueño de un panorama menos desalentador.

Sondeos:
RTVE y la FORTA: PP 32-35 / PSOE 23-26 / BNG 16-18 (Ipsos-Ecoconsulting)
Antena 3 y OCR: PP 33-35 / PSOE 24-26 / BNG 15-17 (Demoscopia)
La SER y CNN+: PP 33-35 / PSOE 26-27 / BNG 14-15 (Instituto Opina)

Resultados (97.2% escrutado):
PP 37 / PSOE 25 / BNG 13

En las pasadas elecciones generales, el sondeo de RTVE fue el único que anunció la victoria de Zapatero a las 20.00 horas. En Telecinco, se dedicaron a explicar el porqué de sus extraños datos, que preveían una amplia victoria de Rajoy. Por una vez, la encuesta se había realizado con base en proyecciones de voto de la semana corriente. Debido a la excepcionalidad de la situación, el experimento fue un desastre.

¿Llegará el día en que los sondeos sean fiables? No, porque el factor humano siempre está dispuesto a boicotear la ciencia más sofisticada. Y la demoscópica no es una excepción.

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