8.12.07

Florida necesita una Supernanny

Este sobresaliente está patrocinado por McDonald's. A falta de otros incentivos, las escuelas yanquis acuden a la comida basura para premiar el esfuerzo (ese valor que, a modo de revival, todos los políticos en campaña se proponen recuperar en nuestro país). Buen chico, aquí tienes la galleta.

El boletín de notas de un colegio incluye un cupón canjeable por un Happy Meal. Antes de las hamburguesas, el premio fue una pizza de esa multinacional que ya anunció Gorbachov hace diez años. Todos tenemos un precio, y más si papá Estado y el Tío Sam son cicateros con los recursos para la enseñanza pública. A los directores no les queda otra que acudir las fuerzas vivas locales para completar el presupuesto de deportes y extraescolares y bombardear a los pequeños con anuncios dentro del colegio.

Los sufridos padres a los que asesora la Supernanny española siempre aprenden a gestionar los incentivos de manera que a una buena acción le corresponda un premio constructivo. Motivar con comida parece demasiado primario, pero la preocupación por la anemia educativa nos llega hasta la puerta de casa. Parece que alguien tiene que retirarse un rato a la silla de pensar.

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